miércoles, 20 de mayo de 2009

control 9 PP

Universidad Nacional Autónoma de México.
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
Políticas Públicas.
Ramírez Bermúdez Pedro.
Control 9.
La ciencia de salir del paso (de Charles E. Lindblom)

Racional comprensiva como la raíz y las comparaciones limitadas sucesivas como ramas.
1b. La selección de los objetivos de valor y el análisis empírico de la acción necesaria no son distintos entre sí, sino que están interrelacionados.
Los administradores no pueden librarse de estos conflictos calculando la preferencia de la mayoría, pues no se han registrado las preferencias sobre cada uno de los asuntos; en realidad, a menudo no hay preferencias, a falta de una discusión pública suficiente para llamar la atención de los electores. Además del número de personas que prefiere cada opción. Ante la imposibilidad de hacer otra cosa, los administradores con frecuencia, se ven reducidos a optar por una política sin aclarar antes sus objetivos.
Se pueden distinguir dos aspectos del proceso por el cual se manejan en realidad los valores. El primero es la evaluación y el análisis empírico están entrelazados; es decir, elegimos a la vez una política para alcanzar ciertos objetivos y los objetivos mismos. El segundo aspecto está relacionado con el anterior el administrador centra su
atención en valores marginales o incrementales. Ya tenga conciencia o no de ello, hace comparaciones específicas marginales o incrementales. Se encuentra ante dos políticas, X e Y, prometen el mismo grado de alcance de objetivos, a, b, c, d y e. Pero X le promete un poco más de f de lo que le promete Y, mientras que Y le promete un poco más de g de lo que prometía X, al elegir entre ellas, en realidad se le está ofreciendo la alternativa de una cantidad marginal o incremental de f a expensas de una cantidad marginal o incremental de g.

2b. Dado que los medios y los fines no son distintos, a menudo resulta inapropiado o limitado el análisis de medios y fines. La toma de decisiones esta formalizada como relación entre medios y fines. Tal es la relación de medios y fines del método de raíz. Pero de todo lo que acabamos de decir se sigue que semejante relación entre medios y fines sólo es posible en la medida en que se ha convenido en los valores, en que son conciliables y estables en el margen. Es por ello característico que esa relación de medios y fines esté ausente en el método de la "rama", en que se eligen en forma simultánea medios y fines, pero toda desviación de la relación de medios y fines del método de raíz, pero ¿Cómo puede saber un administrador si ha tomado una decisión sabia o absurda si carece de los anteriores valores u objetivos por los cuales juzgar sus decisiones?, es el cómo decidir sobre la mejor política.

3b. La prueba para una política "buena" es, en general, que varios analistas se pongan de acuerdo en una política (sin estar de acuerdo en que sea el medio más apropiado para llegar a un objetivo comúnmente aceptado). En el método de raíz, una decisión es "correcta", "buena" o "racional" si puede demostrarse que alcanza cierto objetivo especificado.
Los objetivos sólo se definen por medio del enfoque marginal o incremental a los valores antes descritos, mediante una prueba, para demostrar que una política es errónea
no se puede ofrecer el argumento abstracto de que no se han alcanzado objetivos importantes; hay que argüir que se debe preferir otra política.
El acuerdo sobre política se convierte en la única prueba práctica de lo correcto de esa política. Los objetivos no tienen una validez última aparte de aquella en que ya se convino, así que el acuerdo es la prueba de la "mejor" política en ambos métodos. No es irracional que un administrador defienda una política como buena sin poder especificar para qué es buena.

4b. El análisis queda drásticamente limitado si:

Se descuidan posibles resultados importantes.
Se descuidan importantes políticas alternativas potenciales.
Se descuidan importantes valores afectados.

Lo ideal sería que el análisis exhaustivo y racional no dejara fuera nada importante, pero los límites a la capacidad intelectual humana son límites definidos, de hecho nadie puede practicar el método exhaustivo racional en problemas verdaderamente complejos. En el método de las comparaciones sucesivas, limitadas, se logra sistemáticamente la simplificación, de dos maneras principales. Primero, se logra mediante una limitación de las comparaciones de políticas con aquellas medidas que difieren en grado relativamente pequeño de las medidas ahora en vigor. La comparación empírica de diferencias marginales entre diferentes políticas que sólo difieren marginalmente es una contrapartida de las comparaciones incrementales o marginales de valores.
El segundo método de simplificación del análisis es la práctica de pasar por alto las importantes consecuencias políticas de ciertas medidas como los valores atribuidos a esas consecuencias que se pasan por alto. Es válida la afirmación de que una coordinación racional y eficaz de la administración, si es posible lograrla, requeriría un conjunto aceptado de valores, si definimos lo "racional" como la práctica del método de raíz de la toma de decisiones. Pero un alto grado de coordinación administrativa ocurre mientras cada dependencia adapta su política a los intereses de las otras en el proceso de la toma de decisiones fragmentada. Se deben omitir valores importantes al considerar cada política, y a veces el único modo en que se puede prestar atención adecuada a los objetivos a largo plazo es descuidando las consideraciones a corto plazo. Pero los valores omitidos pueden ser los del largo o los del corto plazo.

5b. Una sucesión de comparaciones reduce mucho o elimina la dependencia de la teoría.
El último elemento distintivo del método de la rama es que las comparaciones proceden en series cronológicas. La política se hace y se rehace interminablemente. La decisión política es un proceso de aproximación sucesiva a algunos objetivos deseados. Hacer política es un proceso difícil, un político sabio espera que sus medidas sólo logren una parte de lo que espera y que produzcan consecuencias imprevistas que él habría preferido evitar. Si procede por medio de toda una sucesión de cambios incrementales evitará los errores graves y duraderos. En primer lugar, las secuencias pasadas de sus pasos políticos le han dado un conocimiento de las consecuencias probables de dar otros pasos similares. En segundo lugar, no tendrá que intentar dar grandes saltos hacia sus metas, lo cual requeriría predicciones que están más allá de su conocimiento o del de nadie más, porque nunca esperará que su política constituya la resolución final de un problema. Su decisión sólo es un paso que, si sale bien, pronto podrá ser seguido por otros. En tercer lugar logrará poner a prueba sus predicciones anteriores conforme avanza cada nuevo paso. Por último, a menudo podrá remediar un error pasado con más rapidez que si la política procediera por medio de pasos más espaciados en el tiempo. Contrástese este análisis comparativo de los cambios incrementales con la aspiración de emplear la teoría en el método de la raíz.

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