martes, 29 de abril de 2008

Control Heller

Control: Heller

Ciencia política.

Las condiciones de la actividad estatal que se relacionan con el pueblo.

Ramírez Bermúdez Pedro.

El significado contractualista del pueblo corresponde a una actitud espiritual, es una reacción en contra del espiritualismo unilateral de la ilustración, y muy concentrado en las instancias liberales, así pues al pueblo se le puede asociar con muchas cosas, por ejemplo la raza o la igualdad de condiciones económicas los ideales operspectivas en común, el caso es que todas ellas identifican una acción en común, esta acción es la unificación de voluntades que ciertamente las identificaban como individuos puros o libres, me refiero a la consolidación de lo que Hobbes identifica como el "leviatán"
y ciertamente esas voluntades son todas pero con un interés en común que ciertamente en la mayoría de las situaciones es el bien común de una comunidad, pero implica también perder algo de voluntad, según yo es una distorsión, o cojetura reduccionista que funciona mediante una función marginal, porque ciertamente la voluntad de los individuos actúa como el individuo lo desea, porque es el principio de voluntad general, que no es lo mismo que voluntad que exalta la verdadera naturaleza de esta, en todo caso pienso que es una función marginal decreciente ya que en la medida que crece la transferencia de voluntad también disminuye marginalmente el uso de esta para con el individuo.
Un ejemplo sobre tal aspecto, de confrontación entre una visión unilateral su contrapuesta (la pluralista), es el problema clásico sobre la raza, que conceptualmente aplicada puede adaptarse a condiciones aisladas como lo son los sistemas cerrados, o la posible estaticidad temporal, que ciertamente es la mas común, y también se le puede delegar o adaptarse a condiciones concectuales que no atañe a lo físico, sino simplemente a entelequias, como lo es la Ciencia Política, y tristemente es superfluo a lo físico, se que muchos pronazis se molestaran mucho con este argumento pero lo que puede apreciar el conjunto de convencionistas es que un fenotipo mezclado con otro del mismo espécimen no puede sino producir decadencia a largo plazo, en esta situación es recomendable un justo medio, ya que aceptando lo que producen categorías, como nosotros, tenemos que recordar que el que en lo físico no se pueda alcanzar un fenotipo ideal, no esta por de mas tratar de alcanzarlo, es básicamente la preposición de que "no es recomendable ser tan puro, pero tampoco lo es el ser muy impuro", así pues, parecía que me alejaba del punto, pero no lo es así, todo lo contrario ya que volvemos a encontrar la misma problematica, lo singular vs lo plural.
La conducta política de un pueblo esta determinada por una numerosa probabilidad de circunstancias naturales e histórico sociales entre las que figuran ciertamente las características antropológicas, es cuando por ejemplo se llega a valorar los pensamientos en función de que tipo físico los presente, o como lo menciona el autor es "el espíritu por la sangre"
y aparecen por ejemplo teólogos cristianos que creen ciertamente necesario una revindicación de esta visión que personalmente no suena tan mal, pero eso es otro problema, el caso es que el curso histórico de las comunidades si bien han sido adictas a tales preposiciones hoy se sienten ofendidas al la sola mención de un argumento de tal naturaleza, aunque este tenga todas las connotaciones que requiera la ciencia, con todo y método científico, pero es claro tener que entender desde otro punto de vista tal situación, hoy le llaman desarrollo, y creo que ayer también, el caso es que la comunidad plural necesita de eso justamente, de la pluralidad, para que de cierta forma, como lo menciona el autor, las naciones unidas entorno a la idea de lo plural podrán sentirse confortables en si mismas, pero aun así el cambio es bastante imperceptible por que de hecho aveses pareciera que la situación es un estanque, en el cual pasan décadas y hasta siglos sin que se seque o se congele.


Bibliografia: Teoría del Estado. Hermann Heller. FCE. México.

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